miércoles, 11 de mayo de 2011

No pienso rendirme



Mediante éste blog os contaré los grandes cambios que me sucederán. Para empezar y éste es el más importante, la pérdida de peso. En siete años he engordado 30 kilos y , a parte de deformarme corporalmente también me he desformado mentalmente. Por que...admitámoslo, no hay nada más horrible en éste mundo que ver como tus vaqueros de la 38 no te suben de las rodillas. Verte deformada y horrible en el espejo, con michelines y grasa en el culo. Ver como cuando sales por la noche todos los pringados a los que te gustaría camelarte ni te miran, aunque tengas la autoestima por los suelos. Como de ser la reina del lugar pasas a ser un despojo, esperando que alguien te suba la moral, diciendote : oye, bonita, quieres bailar? O como tus conocidas, que siempre han sido más feas que pegarle a un padre, en nada se vuelven bonitas. No me tildeis de superficial...como te ven, te tratan, y vosotros lo sabéis.

Mi situación es tal...y ésto es muy fuerte, que hasta mi abuela, que es igual a todas las abuelas del mundo, me dice que no valgo para nada. Que estoy gorda y que nadie se va a fijar en mi. Mi abuela!!, mi abuela!! Mi abuela me quiere y hace tartas y galletas, como todas las abuelas normales...pero cuando me dijo eso por primera vez, el otro día, pensé mucho y fuí a pesarme a una farmacia. Mi crisis fué tal que salí llorando de allí. Me acerqué a un escaparate de zara y me firé fijamente. No me reconocí. Las cejas jodidas, cuando yo siempre he sido muy tiquismiquis con eso, los bazos fofos, las piernas gordas y, aún por encima, pasaron detrás de mi unas vecinas montunas que no saben ni hablar, mirándome fijamente.

Si, esa es la historia Yo antes estaba bien, tenía buenas caderas, vientre plano y era muy guapa. Mil tios reboloteando a mi al rededor , salidas con mis amigas y una vida de estudiante que, sin saber por qué, poco a poco fuí cargandome. Estaba en la universidad cursando una carrera de letras a la que me metí porque no había otra cosa. Conocí a un montón de gente con la que me llevaba muy bien y hice un gran amigo que, desde hace dos años , ya no está cerca de mi. Me gustaba lo que hacía pero, de pronto, me invadió un sentimiento de inseguridad que podía conmigo y no pude presentarme a ningún exámen por miedo a suspender o a sacar un seis de mierda. Prefiero suspender o dejar de presentar que a tener un seis en mis calificaciones. Cuando llegué a cuarto me di cuenta de que tenia un montón de asignaturas a mis espaldas y no pude con ese pesar. El pez que se muerde la cola. Dejé mis estudios por un momento y, sin saber como ni por qué, me vi un día gord, fea y metida en casa. Sin rumbo. Sin vida. Sin horizontes...pero ya estoy harta de todo esto y es hora de hacer mi vida justo como yo quiero.

Las pasos que daré serán la temática de éste sitio. Un trabajo que me ayude a salir de aquí, mi mudanza a una gran ciudad, el peso que voy a bajar...en fin. Sereis testigos de mi cambio, de mi nueva vida y desde ya, os agradezco que hayais entrado aquí, a leer mis miserias y mis nuevas ilusiones.

Para sentirte un desgraciado/a no hace falta caer en las garras del acohol ni en las drogas, ni en ninguna sustancia que te enganchen de por vida. Para sentirte una desgraciada solo hace falta tener una dósis de buena soledad, pasar de todo y tener cero positividad mental. Por eso, tener la mente despejada, ilusiones y fortaleza es lo mejor que puedes hacer. Si nadie te ayuda no pasa nada. Hazlo tu mismo. Nadie te va a querer como te quieres tu. Me llamo Señorita X, tengo 23 años y no he hecho absolutamente nada con mi vida nunca, a pesar de haber tenido un montón de posibilidades. No me considero una ní-ní , porque me interesa lo que ocurre en el mundo en el que vivo, leo buenos libros y veo buenas películas pero si una fracasada con ganas, de nuevo, de comerse el mundo. Aunque no tenga apoyo de ningún tipo e n ningún lado. Aunque no encuentre trabajo en mi ciudad, aunque todo lo que me rodee pinte negro. Porque, como dice Luis Tosar en el anuncio del wiski, tu actitud te hace grande.